miércoles, 14 de mayo de 2014

Espiritus apegados a la Tierra

            

Tal y como hemos podido comprender en otros  párrafos y capítulos de esta obra, el estado post-morten sigue unas líneas generales para todas las personas que abandonan el cuerpo físico, es decir, se abandona el cuerpo físico; se recopila la película de la vida pasada para llevárnosla al mundo de deseos gracias al cuerpo etérico; abandonamos el cuerpo etérico; tomamos la imagen del cuerpo físico pero en la materia del cuerpo de deseos que es en el que estaremos unos años en el Purgatorio y en el Cielo; y, por fin, abandonaremos también el cuerpo de deseos para llevarnos la esencia de las experiencias de la vida para que formen parte del Alma, esa conciencia que nos habla y nos advierte cuándo hacemos mal. Pues bien, en el  caso de los apegados a la tierra no ocurre exactamente así, porque éstos están más tiempo del debido en las regiones inferiores del Purgatorio que se entremezcla con las regiones superiores etéreas del mundo físico. Dentro de este grupo de Almas apegadas a la tierra se podría hacer algunas divisiones porque el motivo por el que lo hacen no es el mismo para todos.
Sabemos que las personas que fallecen están en las regiones etéricas del mundo físico en su cuerpo etérico, de deseos y mental entre 15 y 75 horas aproximadamente que es el tiempo que se suele necesitar (dependiendo de varias circunstancias como, por ejemplo, el tiempo que se pueda estar despierto, la duración de la vida y las molestias que le puedan causar las personas que haya a su alrededor) para grabar la película de la vida pasada en el cuerpo de deseos, y así luego pasar al mundo de deseos. Bien, hay personas que por determinados intereses materiales, vicios, pasiones, etc., se quedan durante un espacio de tiempo en estas regiones etéreas y éste puede ir desde unos meses hasta varias decenas de años. Recordemos que la región inferior del purgatorio, es donde se purgan las peores maldades, y que los mundos se compenetran mutuamente porque cuanta más elevada sea su vibración más sutil es su “materia” y por eso las regiones inferiores del mundo de deseos (purgatorio) se mezcla con las superiores de las etéreas del mundo físico.
Así es que esas Almas errantes que tan atraídos se sienten por lo terrenal se encuentran en el Purgatorio pero, a la vez, en las regiones etéricas gracias a su cuerpo etérico que no han abandonado. Cuando una persona ha sido verdaderamente mala, cuando se ven dominadas por el vicio, cuando disfruta haciendo sufrir, cuando se mete y se pierde en el mundo del espiritismo, cuando es inmoral y cuando se degenera hasta el punto de que en su vida pasada casi no ha habido expresión de su Alma, entonces no se produce la separación del cuerpo etérico y, al contrario, éste se ha endurecido y se ha amalgamado con el cuerpo de deseos. Esta unión y compenetración del cuerpo etérico y de deseos es llamado en el lenguaje rosacruz el “cuerpo del pecado” pero hay quien le llama simplemente demonio. Hemos dicho que el cuerpo etérico puede estar “vivo” (habitado por el hombre que acaba de morir) varios días, pero  cuando se ha llevado una vida depravada y negativa como se ha dicho, este cuerpo se cristaliza y fortalece hasta el punto de aferrarse a la vida y mantenerse de las partículas etéreas de los cuerpo vitales de los humanos. Esto es así hasta el punto de que estos seres don asiduos de los lugares donde asista gente similar a ellas para absorber los vapores del estómago como si fueran vampiros de los éteres que mantienen vivo a los cuerpo. La “materia” más densa que utilizan en su cuerpo etérico son los dos éteres inferiores de su cuerpo etérico, pero a veces utilizan las partículas de la atmósfera para hacerse visibles.
Generalmente, tarde o temprano, llega el momento en que ese ser abandona ese cuerpo del pecado que él mismo ha creado, pero mientras tanto, ese ser malvado habita junto a nosotros mucho más cerca de lo que imaginamos, puesto que la materia etérica y de deseos compenetra la física. Estos seres (viciosos del sexo o de la droga, dictadores, machistas, terroristas, etc.) son más peligrosos que cuando vivían físicamente porque ahora son invisibles y tienen los medios o la capacidad suficiente como para incentivar a otros de similar naturaleza para que se comporten de una manera degenerada o depravada como ellos lo harían. Según estudios clarividentes, estos seres son causantes de accidentes, asesinatos, violaciones y otros hechos similares, actuando así tranquilamente porque saben que la ley no les puede hacer nada,  y alegrándose enormemente cada vez que consiguen lo que desean. También hay que decir que solo abandonan a su víctima que manipulan cuando ésta se ve impedida para actuar. Esta podría ser la razón, o una de las razones principales por las que hay que abolir la pena de muerte. Ahora cabe preguntarse ¿cuántas de las personas que toman un arma y asesinan a un grupo de personas sin razón aparente, no ha podido estar influenciada por algún demonio de esta clase.
Como ya mencioné cuando escribí el artículo sobre los contactos con los fallecidos en el más allá, quien practica el espiritismo como la oui-ja o la escritura automática, se arriesga a encontrar seres como estos, otros menos malos y otros “buenos”. Estos seres apegados a la tierra pueden producir los efectos llamados “poltergeist” e incluso aparecerse a los presentes y hacer otras muchas cosas gracias a la fortaleza y a la densidad de su cuerpo etérico. Por otro lado, según algunos estudios de clarividentes y según mi propia experiencia, también se hacen pasar por maestros espirituales cuando los que están haciendo espiritismo buscan el desarrollo espiritual. Lo que ocurre es que no se tarda mucho tiempo en comprobar que no son tales maestros. Pero, si se les dice que no se quiere nada con ellos, hacen que se enfadan y amenazan con abandonar u otros hechos similares que no vendría a cuento recordar por mi parte. Como se puede ver y como he repetido muchas veces, nunca se debería introducir nadie en el mundo del espiritismo ni de la mediumnidad porque se puede ver engañado, obsesionado, manipulado, etc. etc., a lo que habría que añadir (en muchos casos) la pérdida de la felicidad. Es evidente que cuanto más atrás en la historia más casos se podrían encontrar sobre estos cuerpos del pecado o demonios, puesto que el hombre estaba más atrasado y era más partidario de la guerra y de la venganza, pero todavía hoy se pueden dar muchos casos de éstos.
Lo que sí se puede afirmar es que todo el mal que siguen haciendo después de abandonar el cuerpo y gracias a ese cuerpo del pecado, tendrán que pagarlo en las regiones más bajas del Purgatorio, que bien podríamos llamar “infierno”. Pero esto no se queda solamente aquí porque cuando esa Alma se eleva al Cielo gracias al trabajo que sobre él hacen las fuerzas del mundo de deseos, se queda el cascarón de ese cuerpo de deseos y vital. Este cascarón no es como el de cualquier otra persona porque tiene una especie de conciencia individual gracias a las experiencias grabadas en el cuerpo etérico y en el de deseos. Es cierto que al no tener mente, este cascarón no puede pensar, sin embargo, el resultado de su vida física y de la post-morten apegada a la tierra, le han facilitado una astucia y una especie de instinto que le permitirá “vivir” de forma independiente durante, quizás, siglos. Como el comportamiento de esta persona ya en la tierra no fue nada espiritual y como  el cuerpo del pecado empeoró la película de su vida, está claro que no tiene motivos para estar mucho tiempo en el segundo ni en el tercer Cielo, por eso sólo está el tiempo necesario para preparar un nuevo ambiente para su próxima vida y renace muy pronto para satisfacer esos deseos materiales y personales que tanto le dominaron y que debe terminar de superar.
Como enseña la filosofía oculta, cuando un Ego desciende para renacer otra vez en el cuerpo físico, atrae la parte kármica que se relaciona con su vida anterior y sus deudas con la humanidad, por tanto, el Cuerpo del Pecado se une al Ego (en su nueva personalidad) para hacer frente a su destino. Hay casos en  que ese Cuerpo del Pecado apegado a la nueva personalidad ha sido ocupado por un elemental y eso hace que esa persona sea “diferente”. Otras veces los elementales ocupan el Cuerpo del Pecado y se valen de él para contactar con médiums llegando a ocurrir, a veces, que cuando el médium muere, le expulsan de sus cuerpos y los utilizan ellos valiéndose de las experiencias grabadas en los mismos. Esto, como es lógico, retrasa muchísimo el progreso de ese Ego. Es muy posible que todos conozcamos a alguien cuya voluntad sea débil y que, además, esté muy centrada en la vida física y en el materialismo. Estas personas que son casi autómatas y que ejercen poco la razón, la voluntad y la originalidad son las más fáciles de dominar por esos cuerpos del pecado y por los elementales.